Crónica de una carrera improvisada

Hoy hacia las 18'30 he visto a mi vecino Quino(*) y me ha comentado que había carrera en Guadassuar. Eran sólo 8 km. Y he pensado, "pues mira, si no tengo nada que hacer, voy a animar"

Después he pensado que como quería salir a entrenar y últimamente mis entrenes son de 7 a 9 km, pues he decidido correr la carrera pero en plan entrenamiento.

Cuando he llegado allí me he encontrado con la sorpresa de que no me podía apuntar, lo tenía que haber hecho por internet. Así que ni tenía dorsal, ni camiseta pero, si que podía correr. Nos iban a dar agua a todos. Quino me ha dado su camiseta, dice que tiene muchas. Con 25 maratones a sus espaldas, no me extraña.

La salida, en teoría, era a las 20h, así que nos hemos puesto todos allí pegaditos esperando a que comenzara. Luego han dicho que empezaría a las 20'15h. Esos 15 minutos de más han sido horrorosos. Entre el calor y el olorcillo de la gente que ya había calentado, ha estado a punto de darme un mareíllo.

Empieza la carrera y veo que voy demasiado lanzada, pero como siempre, me da miedo quedarme la última. Paso por el km 1 en 5'57" y me asusto de tal manera que digo, "que les den, que más da si llego la última..." y freno un poquito.

Aún no habían pasado 500 mts más y me adelanta una morena inconfundible. Es ella. "Sylvie??"
No veas la alegría que me ha dado volver a verla. Qué lástima que nunca tengamos tiempo de hablar.

He disfrutado mucho de la carrera.
En Guadassuar casi todo son casas y la gente sale a la calle a tomar el "fresco?" Había un montón de gente animando, desde el principio hasta el final.

En el km 7 me ha entrado flato y este último km se me ha hecho muy cuesta arriba.
Pero he terminado, sin parar en 53'40''
Todo un tiempazo jajaj

En meta han dado agua y sandía.
Ha llegado justa la sandía pero estaba riquísima. También había un chico ofreciendo vasos de cerveza y a eso tampoco he dicho que no.

Ha sido una carrera pensada y hecha. O quizás, mejor como me ha dicho mi compi Ramone, hecha sin pensar.

(*)Quino: curiosa historia la de mi vecino. Hemos sido vecinos durante 25 años. Vecinos por narices, la calle donde vivimos estaba cerrada hace muchos años y nos veíamos continuamente pero nunca hemos hablado. Ni siquiera nos hemos saludado.
Cuando fuí al MAPOMA, me lo encontré en Cibeles. Nos hizo ilusión vernos allí, y desde entonces nos hacemos un caso que no veas.
Es el chico que está a mi lado en la foto.