jueves, 18 de noviembre de 2010

46 Behobia-San Sebastian

El año pasado se me quedó mal sabor de boca después de la Behobia. Lo pasé fatal y este año quería repetir para quitarme la espinita.

A medida que se acercaba el día me iba agobiando porque no había entrenado nada. Y cuanto más pensaba en la carrera, menos ganas tenía de entrenar. Excepto un día que me dió por ahí, salí y troté 13km (me quedé sorprendida)

Nos levantamos a las 6:30h, desayunamos y nos fuimos a la estación de autobuses para ir a Behobia. Tuvimos que ir corriendo porque lo perdíamos. Seguro que corrí más rápido que en la carrera. En el autobús la azafata nos dijo que se saldría de Donosti de 14h a 14:30h. Ya empezaba la primera presión. Le dije que si llegábamos tarde no era porque estábamos duchándonos ni nada, sólo que íbamos lentos.

Una vez llegamos a Behobia, nos cambiamos y dejamos las mochilas en el camión. Ahí nos dimos cuenta de que ninguno de los dos llevábamos el crono. ¡¡¡Vaya par de gilipollas!!!

Buscamos a nuestros compis pero no hubo manera. Finalmente encontramos a Halfon y a Jan y charlamos un ratito con ellos.

Nos dirigimos a nuestro cajón de salida (el último) y con nervios en el cuerpo y al ritmo de Sarri Sarri empezamos a correr.

Había muchísima más gente que el año pasado. Aún a sabiendas que podían leer el nombre en el dorsal, continuaba sorprendiéndome cada vez que me llamaban por mi nombre.

Recordaba el recorrido por el año pasado y la verdad es que se me hizo corto. Pasaban los kms y me encontraba muy bien. Angel y yo fuimos bromeando todo el camino. No dejé de sonreir en toda la carrera.

Cuando llegamos al km 10 empecé a preocuparme. El año anterior, después de ese avituallamiento, empecé a encontrarme mal. Sólo tenía ganas de pasar un par de kms más para alejar el mal fario.

La zona del puerto, a pesar de que no hay tanta gente animando, me gusta mucho, porque es llana. Lo que no me gustó fué el susto que me llevé. Yo iba corriendo por las antiguas vías de tren que hay en el puerto y de repente escuché el silbido de un tren que pasaba rápido y dí un salto saliendo de las vías. El tren pasaba por la parte de fuera del puerto y yo pensé que lo llevaba pegado al culo. ¡¡Menudo salto dí!!


La subida al Miracruz se me hizo algo pesada. No quería ver más allá de la visera, quería ir subiendo despacio y sin agobiarme. Pero hubo un momento en el que decidí continuar caminando. Me daba miedo quemarme y no acabar bien la carrera. Creo que hice bien, después la bajada me sirvió para recuperarme.

El último km se me hizo largo, tenía muchas ganas de llegar. Estaba emocionada. Unos 300 mts antes de llegar a meta esprintamos y llegué más feliz que una perdiz.

Vídeo llegada a meta

Había conseguido acabar la carrera. Rebajé 8min mi marca anterior. Me divertí como nunca durante el recorrido.

El avituallamiento final, una pasada. Como el año anterior hizo tan mal tiempo, no quedaba nada cuando llegué, pero esta vez pude comer de todo. Me comí una manzana que estaba buenísima, un montón de naranja y un Tender.

Sé que hice una cosa mal. Estuve sin beber durante toda la carrera. Si bebo me dan ganas de vomitar. Así que lo que hacía era enjuagarme la boca y dar minúsculos traguitos de agua. A partir de ahora intentaré entrenar con agua para ir acostumbrando al cuerpo.

No había entrenado nada, el día anterior nos dimos buena matraca de caminar y nos acostamos tarde; me levanté temprano y congestionada, llovió durante todo el recorrido... pero a pesar de todo me lo pasé muy bien. Disfruté un montón.

La carrera es perfecta, multitudinaria, que le viene bien a una tortuguilla como yo. El recorrido muy bonito. Un 10 para la organización y un 20 (si se puede) para el público.

El año que viene vuelvo a repetir.