Y el día llegó

Al fin se ha ido, tranquilo, dormido, sin enterarse.... Supongo que ha sido como a todos nos gustaría. Sin sufrir, sin padecer en ese último instante.

Me siento muy rara; no tengo ganas de llorar y eso que yo soy muy llorona. Y eso me hace sentir mal, como si no tuviese sentimientos, como si no me importase nada lo que está sucediendo. Y no es así. No sé como me verá la gente desde fuera pero, incluso hay veces que me siento feliz porque todo haya terminado.

Él era un gran hombre; discreto en el trabajo, buen padre, buen esposo, buen hermano, buen amigo..... Nunca lo he visto pelearse con nadie. No conozco a nadie que hable mal de él. Sus compañeros, sus amigos, la familia....... todos le queríamos mucho.

Conmigo siempre estaba de cachondeo, menos cuando yo estaba de mala leche, que suele ser a menudo.
Tenía unas manos divinas para pintar (cuando pueda colgaré sus cuadros aquí)

Me gusta explorar mis sentimientos y darles un porqué. Y ahora tengo una mezcla de ellos espantosa con todo lo sucedido: dolor, pena, desilusión, felicidad, relajación, tranquilidad........ pero si tuviese que elegir un sólo sentimiento, no sería otro que ORGULLO.

Orgullosa de haber sido su hija.



Sempre estaràs en mi, papi.