Llevo desde el sábado con anginas y conjuntivitis. Imaginaos el domingo el panorama que tenía en la comunión de mi sobrina. Toda compuesta, de verano, cayendo un agua de tres pares de narices y yo con los ojos hinchados, sin maquillar y sin poder comer cuanto apenas.
Sigo con la conjuntivitis. Con los ojos más rojos que una trucha recién pescada. Espero que se vaya pronto. La semana que viene es el bautizo de mi sobrino y yo soy la padrina. ¡De lujo!
No he podido salir a correr en toda la semana, tampoco he podido ir a pilates ni a batuka. Y probablemente, mañana no vaya a spinning.
Así que, cuando vuelva a la normalidad supongo que me costará bastante coger la marcha que llevaba antes.
Tendré que tener paciencia.
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1 comentario:
Venga ese ánimo arriba, ya verás como pronto estás en la brecha, y nada de escaquearse. Un beso.
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