No sé por dónde empezar!!!!!!!!
Este año me volví a apuntar a la Marxa al Bartolo. Fué la primera prueba de montaña que hice (hace un par de años) y le tengo mucho cariño. AQUI podéis leer la crónica.
En aquella ocasión el objetivo era acabar la Marxa y lo conseguí con un "peazo" tiempo de 4:47:44
Esta vez todo era diferente.
Después de unos meses de absoluta vagancia y falta de motivación, empecé a entrenar de nuevo; gracias a Vicent Barberà que se prestó a acompañarme. Los entrenamientos eran duros, al menos para mi. Correr a mediodía, a 30º (por decir algo) en la montaña, sin sombras y con mi fondo, era un suplicio. Pero siempre con ilusión de volver a entrenar al día siguiente.
El día previo a la carrera, estuvimos Ángel y yo, en la playa de Benicàssim bañándonos y tomando el solecillo. Uff, se estaba la mar de bien. Y después en la piscina del hotel hidratándonos.
Benicàssim es una gozada, me encanta.
El Domingo, nos levantamos a las 5h, bajamos a la cafetería del hotel a desayunar y nos fuimos hacia la salida. Cuando llegamos ya había ambientillo.
Recogimos los dorsales. El 353. Número impar, no me mola mucho. Pero al ver que era capicúa, me alegré.
Calentamos y nos acercamos a la salida. A punto de empezar, casi me pongo a llorar de los nervios. Dan la salida y la gente empieza a correr.
Con las primeras zancadas y a ritmo de ACDC, se me pasa todo. Ahora toca pasarlo bien.
No voy a hacer crónica de la carrera. Detallar cada momento sería muy largo.
Sólo decir que no tiene nada que ver con la que hice hacer un par de años. En aquella caminábamos, nos hacíamos fotos, aprovechábamos los avituallamientos...
Esta vez iba a correrla, a procurar acabarla con mejores sensaciones que la vez anterior, a superar los muros de hace 2 años, e intentar bajar la marca.
Mi idea era bajar de 4h, aunque por miedo a no conseguirlo, cambié el objetivo y al final opté por acercarme a las 4h y ya está.
No quise saber nada de la hora en ningún momento. De hecho no llevaba ni reloj. Quería correr por sensaciones. Quería llegar a meta y ver el tiempo en el marcador.
En algunas ocasiones, mientras iba trotando hacia arriba, me paraba a caminar por miedo a pasarme y pagarlo después.
Me lo pasé muy bien durante toda la carrera. Estaba disfrutando. Incluso llegué a decirle a Ángel, a falta de 4 o 5 km, que mi objetivo estaba cumplido, hiciese el tiempo que hiciese, porque estaba gozando.
Los 3 últimos kms se me hicieron más largos, a pesar de que eran llanos. Tenía ganas de llegar y las piernas empezaban a fallarme. Fué la única espinita que se me quedó.
Llegando a meta me cogí de la mano de Ángel y miré hacia arriba. Miré al marcador. No me lo podía creer.
"3:25:39"
Empecé a dar saltos, gritando, "cari, 3:25, 3:25, no me lo puedo creer".
Nos abrazamos. Tenía ganas de llorar, tenía ganas de reir, tenía ganas de saltar, tenía ganas de... vomitar jjaja.
Estaba muy muy feliz. ¡¡Lo había conseguido!!
Nos cambiamos y fuimos a bañarnos a la playa. ¡Qué bien se estaba! Con el agua fresquita, haciendo el muerto, casi muerta... jaja
¿Os he dicho que Benicàssim me encanta?
Volvimos al hotel y así fué como quedó la rubita después de la ducha.
Agradecer de nuevo el apoyo incondicional de mi Ángel de la guarda y los entrenamientos del sensei Vicent Barberà (estoy aprendiendo mucho)
También agradecer a toda la gente que me ha estado animado en los días previos y sus posteriores felicitaciones.
He de fijarme unos nuevos objetivos, pero de momento, dejadme que me recree unos días en mi "victoria"
Tengo diplomas, audios, fotos y muchos recuerdos de esta carrera que no dejo de ver, escuchar y recordar. Y siempre acabo sonriendo. Y eso es lo que cuenta, ¿no?
Aquí podéis ver el resto de las fotos.